Este trabajo enfatiza la relevancia de recopilar información detallada en casos forenses relacionados con rebotes de proyectiles, con el objetivo de esclarecer la verdad detrás de los eventos y garantizar una justicia precisa. Las lesiones resultantes destacan la importancia de comprender a fondo la física detrás de estos fenómenos para una interpretación precisa en el ámbito forense.
Invitamos a los lectores a complementar el estudio sobre este tema, se subraya la importancia de la colaboración y el intercambio de información en la comunidad científica y forense, específicamente.
La importancia de la investigación científica y forense, en este campo se destaca como clave para una interpretación adecuada de las lesiones y la reconstrucción precisa de los eventos, subrayando la relevancia de comprender a fondo este fenómeno para la resolución efectiva de casos judiciales.
Cuando se investigan incidentes en los que están involucrados armas de fuego y en los que el médico forense describe en su informe de necropsia, un orificio de entrada irregular no se debe descartar que este sea el resultado de un rebote de proyectil, se debe prestar especial atención a la naturaleza de las heridas sufridas por las víctimas de disparos por arma de fuego, su trayectoria, deformaciones del proyectil o las marcas de rebotes en las superficies.
Este es un tema muy poco investigado, lo que sí es claro es que en toda superficie hay un ángulo de incidencia crítico por debajo del cual rebotan los proyectiles. Un rebote de un proyectil es un fenómeno físico que se caracteriza por la desviación del eje de su trayectoria después de golpear un objeto.
Los aspectos que inciden en un rebote de un proyectil son la forma, su composición, la energía cinética y la naturaleza de la superficie, por ejemplo, los proyectiles de baja velocidad tienen más probabilidades de rebotar que los proyectiles de alta velocidad y los ángulos de rebote suelen ser bajos. Cuando el ángulo de rebote aumenta, necesariamente es el resultado de un ángulo de incidencia es mayor; experimentalmente se ha encontrado que el ángulo de rebote es generalmente menor que el ángulo de incidencia.
La física detrás del movimiento de los proyectiles y los rebotes es un tema muy complejo, que requiere un análisis cuidadoso para evitar conclusiones erróneas en una investigación forense. En este contexto, se hace evidente la importancia de comprender a fondo cómo se comportan los proyectiles en diferentes situaciones, incluyendo aquellos casos donde el agua juega un papel crucial en el rebote de los proyectiles.
En circunstancias normales un proyectil de baja energía cinética, viaja girando alrededor de su eje, este movimiento se logra cuando el proyectil pasa por el ánima del arma. Pero un proyectil de alta energía cinética (los disparados por los fusiles y rifles) poseen unas características de diseño, en especial la ubicación de su centro de masa esta desplazado hacia atrás, esto genera unos movimientos adicionales descritos en la literatura como precession y nutation. Estos aspectos son necesarios tenerlos en cuenta a la hora de estudiar la trayectoria de un proyectil y sus efectos sobre un blanco.
No existen modelos matemáticos estandarizados para el estudio del rebote de proyectiles, por lo tanto, es necesario realizar ensayos en condiciones similares. Se ha encontrado que la trayectoria de un proyectil después del rebote es aleatorio generalmente imposible de predecir.
Existen numerosos estudios sobre rebotes de proyectiles en láminas metálicas de 1 mm por ser estas las de mayor uso (automóviles, puertas, etc). Pero hay muy pocos trabajos sobre rebotes de perdigones o postas (unidad de carga de una escopeta), su estudio se dificulta porque al salir de la boca del arma lo hacen en forma cónica, si ocurre un evento de estos los perdigones pierden bastante energía cuando golpean una superficie, pero si hay un posible blanco cerca pueden retener suficiente energía para generar lesiones muy graves.
Como resultado de un rebote se producen los siguientes efectos:
- La trayectoria cambia.
- Se pierde estabilidad giroscópica y aparece un movimiento aleatorio (da tumbos).
- Después del impacto que produce el rebote, el proyectil pierde una cantidad considerable de energía cinética, lo anterior indica que el alcance disminuye.
- El proyectil puede transportar algo de material desde la superficie del objetivo después del rebote (esto puede generar algo que los medicos describen como seudotatuaje).
- Producen orificios de entrada alargados o irregulares.
El estudio de las lesiones causadas por proyectiles de arma de fuego que rebotan es crucial en el ámbito forense, especialmente cuando estos rebotes impactan contra superficies duras o metálicas, pudiendo causar daños adicionales y complicar la interpretación de las lesiones debido a un posible desgarre del proyectil o fractura del proyectil al momento del impacto contra una superficie y generar varios orificios de entrada irregulares.
En un ambiente externo un proyectil puede rebotar sobre un piso (y los hay de diferentes características físicas), una pared, madera, vidrio, láminas, incluso lo hacen sobre un espejo de agua. Cada superficie, presenta un ángulo crítico específico por debajo del cual los proyectiles rebotan al impactar. Los proyectiles de baja energía cinética tienden a rebotar más afectando la trayectoria y la energía cinética transmitida al blanco.
Los rebotes en el agua añaden un complejo aspecto a tener en cuenta, en un informe pericial, dado que influye un aspecto físico de todo líquido, propiedad conocida como tensión superficial y que incide significativamente en el comportamiento de la trayectoria de un proyectil. La necesidad de recopilar información detallada en casos donde el agua puede ser un elemento que genera un rebote, es fundamental para llegar a conclusiones precisas y esclarecer la verdad detrás de los eventos.
La tensión superficial es una propiedad fisicoquímica en la que, debido a la atracción entre las moléculas, se caracteriza porque la superficie de un líquido se comporta como si la superficie poseyera una ligera membrana elástica. Esta característica es la que permite a algunos insectos caminar sobre el agua o cuando se lanza una piedra es posible dar saltos sobre la superficie, esto nos muestra lo resistente que puede llegar a ser esta capa superficial. Esta propiedad juega un papel crucial en el cambio de trayectoria de los proyectiles de baja energía cinética. Cuando un proyectil impacta un espejo de agua por debajo de los 15 grados, no puede romper la tensión superficial del agua, lo que resulta en rebotes con ángulos inesperados.
Los experimentos indican que los proyectiles de punta aguda de alta energía cinética, como los utilizados en fusiles, no rebotan sobre el agua, debido a sus características físicas de construcción y el tipo de movimientos con que viaja después de salir de la boca de fuego, no rebotan, sino que se desintegran al contacto con el agua y en caso de resultar una persona herida, es generada por fragmentos mas no por el conjunto del proyectil que cambia de trayectoria.
Los proyectiles poseen movimientos de traslación y rotación, pero al impactar con un espejo de agua, se afecta la dirección y se afecta la energía. Este fenómeno de rebote en el agua puede resultar en lesiones inesperadas y complicar la reconstrucción de eventos en investigaciones forenses.
Es importante tener en cuenta que la interpretación de las lesiones causadas por proyectiles que rebotan requiere un estudio técnico forense detallado para evitar conclusiones erróneas.
Conclusión
El desvió de su trayectoria de un proyectil después de impactar contra un objeto se conoce como rebote.
Comprender cómo se comportan los proyectiles en el agua y cómo pueden producirse rebotes es fundamental para una investigación forense rigurosa y precisa.
La complejidad de los rebotes de proyectiles en el agua, influenciados por factores como la velocidad, la forma del proyectil y la tensión superficial del agua resalta la necesidad de un enfoque detallado en la investigación de casos donde estos eventos ocurren. Es esencial realizar un estudio técnico forense minucioso para evitar conclusiones erróneas y garantizar una interpretación adecuada de las lesiones causadas por proyectiles que rebotan.
Experimentalmente se ha encontrado que se producen los rebotes cuando los ángulos son inferiores a 15 grados.
El orificio de entrada causado por una bala después de rebotar genera bordes irregulares y formas irregulares que pueden explicar los cambios de trayectoria.
Un elemento probatorio importante que permite demostrar un posible rebote son los TAC