La medicina laboral en Colombia se enfoca en la prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades y lesiones relacionadas con el trabajo. Busca proteger la salud de los trabajadores y garantizar un entorno laboral seguro. Un aspecto crucial es la evaluación de la pérdida de capacidad laboral, a través de la cual se cuantifica la disminución de la capacidad para trabajar debido a una enfermedad o lesión por accidente de trabajo. Esta evaluación a su vez permite de manera directa tasar las indemnizaciones y estimar los beneficios para el trabajador.
Estadísticas relevantes
- Hasta agosto de 2022, las tasas de enfermedad laboral habían disminuido, en parte debido a la clasificación del COVID-19 como enfermedad laboral directa para los trabajadores de la salud.
- Las enfermedades osteomusculares y los trastornos mentales fueron las principales causas de enfermedad laboral en 2023.
- Los trabajadores de minas y canteras, así como los custodios en centros de reclusión, tienen mayor probabilidad de sufrir enfermedades laborales.
- Las enfermedades laborales directas, como asbestosis, silicosis y neumoconiosis, se presumen como tales sin necesidad de demostrar un nexo causal, pero esta presunción puede ser refutada en casos específicos.
La calificación de la pérdida de capacidad laboral es un derecho de todos los colombianos y se debe establecer con base en el principio de integralidad, en el cual se consideran todas las condiciones de salud del trabajador; sustentado en el Art. 44 del Decreto Ley 1295 de 1994, en el que se establece el derecho de todos los colombianos a ser calificados en caso de pérdida de capacidad laboral, independientemente de su raza, origen u condición social. Por esto, el proceso de calificación involucra exámenes médicos, la evaluación de sus deficiencias y el impacto en la vida laboral y diaria del trabajador.
Manuales de Calificación Laboral
Para llevar a cabo esta calificación, se han creado manuales específicos. El primer manual fue el decreto 692 de 1995, luego reemplazado por el decreto 917 de 1999 y, finalmente, por el decreto 1507 del 2014, que sigue vigente en la actualidad. Este último manual, conocido como Manual Único de Calificación de Invalidez y Pérdida de Capacidad Laboral, es aplicable a la mayoría de los trabajadores afiliados al sistema de salud, excepto a aquellos bajo regímenes de excepción, como el Ministerio, la Policía o Ecopetrol, que cuentan con sus propios manuales adaptados a sus necesidades específicas.
¿Quién puede solicitar la calificación?
Cualquier persona puede solicitar la calificación de pérdida de capacidad laboral ante su Entidad Prestadora de Salud (EPS) o entidad Administradora de Planes de Beneficios en Salud (EAPB). En el caso de accidentes de trabajo, la calificación corresponde a las Administradoras de Riesgos Laborales (ARL). Es importante destacar que esta calificación es independiente de la condición socioeconómica del trabajador.
¿Cuándo no aplica la calificación?
La calificación de pérdida de capacidad laboral no aplica en casos de solicitud de reclamos a cajas de compensación familiar, fondos de solidaridad pensional o fondos de solidaridad de garantía. Tampoco aplica para certificados de beneficios contemplados en ciertas leyes, ni para aviadores, ya que estos se rigen por un decreto diferente (decreto 1282 de 1994) debido a las particularidades de su exposición a factores de riesgo.
¿Qué se evalúa en la calificación?
La calificación de la pérdida de capacidad laboral se centra en las deficiencias, es decir, las alteraciones de las funciones fisiológicas o estructuras corporales que resultan de una enfermedad o lesión. Estas deficiencias pueden ser pérdidas, defectos, anomalías o desviaciones significativas respecto a la norma.
Fechas clave
Es fundamental distinguir entre la fecha declaratoria y la fecha de estructuración. La fecha declaratoria es aquella en la que se emite la calificación del porcentaje de pérdida de capacidad laboral, mientras que la fecha de estructuración es cuando la persona pierde ese porcentaje de capacidad. Esta última fecha puede variar según se trate de un estado de invalidez (pérdida superior al 50%) o una incapacidad permanente parcial (pérdida entre el 5% y el 50%).
Principio de integralidad
El principio de integralidad es esencial en la calificación de la pérdida de capacidad laboral. Este principio establece que se deben considerar todas las deficiencias de la persona, tanto las derivadas del trabajo (enfermedades o accidentes laborales) como las de origen común, para determinar el porcentaje total de pérdida de capacidad.
Cálculo de la pérdida
La pérdida de capacidad laboral no se calcula de forma aritmética, sumando los porcentajes de cada deficiencia. En su lugar, se utiliza la fórmula de Balthazar, que pondera las deficiencias y su impacto en la vida laboral y diaria de la persona; garantizando una evaluación justa y equitativa.
El principio de integralidad es un concepto fundamental en la calificación de la pérdida de capacidad laboral en Colombia. Este principio establece que al evaluar la pérdida de capacidad laboral de un trabajador, se deben considerar todas las deficiencias que presenta, independientemente de su origen. Es decir, no solo se tienen en cuenta las deficiencias derivadas del trabajo, como enfermedades o accidentes laborales, sino también aquellas de origen común, no relacionadas con el trabajo.
¿Por qué es importante?
Este principio es importante porque reconoce que una persona no es divisible en “trabajador” y “no trabajador”. Las deficiencias de una persona ya sean causadas por el trabajo o no, afectan su capacidad laboral en conjunto. Por lo tanto, para una evaluación justa y precisa de la pérdida de capacidad laboral, es necesario considerar todas las deficiencias que afectan la capacidad de la persona para trabajar y realizar sus actividades diarias.
Ejemplo:
Un trabajador sufre un accidente laboral que le causa una lesión en la espalda. Además, tiene una condición preexistente de artritis. Según el principio de integralidad, ambas condiciones, la lesión derivada del trabajo y la artritis de origen común, deben ser consideradas al evaluar su pérdida de capacidad laboral.
Aplicación en la práctica
En la práctica, el principio de integralidad implica que tanto las ARL (en casos de accidentes o enfermedades laborales) como las EPS (en caso de enfermedades comunes) deben coordinarse para evaluar y calificar la pérdida de capacidad laboral de un trabajador de manera integral. Esto garantiza que el trabajador reciba la indemnización y los beneficios a los que tiene derecho, teniendo en cuenta todas las deficiencias que afectan su capacidad para trabajar.
¿Quiénes tienen derecho al fuero de salud?
El fuero laboral de salud es una protección especial otorgada a los trabajadores que han sufrido una pérdida de capacidad laboral. Este fuero tiene como objetivo principal garantizar la estabilidad laboral de estos trabajadores, evitando que sean despedidos sin una justa causa o por motivos discriminatorios.
Los trabajadores que tienen una pérdida de capacidad laboral igual o superior al 15% e inferior al 50% tienen derecho a un fuero de salud. Es importante destacar que este fuero no aplica a trabajadores con una pérdida de capacidad laboral superior al 50%, ya que estos se consideran en estado de invalidez y se rigen por otras normativas.
¿Qué implica el fuero de salud?
El fuero de salud implica que el empleador no puede despedir al trabajador sin una justa causa comprobada y sin autorización del Ministerio de Trabajo. Además, el empleador debe ofrecer al trabajador condiciones laborales adecuadas a su nueva situación de salud, como reubicación en un puesto de trabajo compatible con sus limitaciones o adaptaciones en su entorno laboral.
Importancia del fuero de salud
El fuero de salud es una herramienta fundamental para proteger los derechos de los trabajadores que han sufrido una pérdida de capacidad laboral. Garantiza su estabilidad laboral en un momento de vulnerabilidad y les brinda la oportunidad de adaptarse a su nueva situación de salud sin temor a perder su empleo.
En el ámbito de la medicina laboral, es crucial distinguir entre un accidente de trabajo, una enfermedad laboral o de origen comùn, ya que cada uno tiene implicaciones legales y médicas diferentes.
Accidente de trabajo
Un accidente de trabajo se define como un evento fortuito y repentino que ocurre por causa o con ocasión del trabajo, y que resulta en una lesión o enfermedad para el trabajador. Para ser considerado un accidente de trabajo, el evento debe ser inesperado y no intencional, y debe ocurrir durante el desarrollo de las actividades laborales o en el trayecto hacia o desde el trabajo.
Enfermedad laboral
Por otro lado, una enfermedad laboral es aquella que se contrae como resultado de la exposición a factores de riesgo inherentes a la actividad laboral o al medio en el que el trabajador se desempeña. A diferencia del accidente de trabajo, la enfermedad laboral no es un evento repentino, sino que se desarrolla gradualmente a lo largo del tiempo debido a la exposición continua a factores de riesgo. Estos factores pueden ser químicos, físicos, biológicos, psicosociales o ergonómicos.
Determinación del origen
Determinar si una condición médica es un accidente de trabajo o una enfermedad laboral es fundamental para establecer la responsabilidad del empleador y los derechos del trabajador a recibir indemnización y beneficios. En el caso de un accidente de trabajo, se presume que la lesión o enfermedad está relacionada con el trabajo, a menos que se demuestre lo contrario. Sin embargo, en el caso de una enfermedad laboral, es necesario demostrar un nexo causal entre la exposición a factores de riesgo en el trabajo y la enfermedad.
Ejemplo
Un trabajador sufre un infarto agudo de miocardio mientras está en su lugar de trabajo. En este caso, no se puede asumir automáticamente que se trata de una enfermedad laboral. Es necesario investigar si la enfermedad tiene un origen común o si está relacionada con factores de riesgo presentes en el trabajo, como el estrés laboral o la exposición a sustancias tóxicas. Si se logra demostrar esta relación causal, la enfermedad podría ser calificada como laboral.
El proceso de calificación de la pérdida de capacidad laboral no requiere que una persona esté en un estado de incapacidad prolongada de más de 540 días o que tenga un segundo concepto de rehabilitación desfavorable. Cualquier persona puede solicitar esta calificación, incluso si tiene múltiples patologías. Es importante destacar que la pérdida de capacidad laboral califica deficiencias, no patologías. Es decir, se evalúan las secuelas o limitaciones funcionales que resultan de una enfermedad o lesión, y no la enfermedad en sí misma.
El proceso de calificación inicia con la consulta externa, donde el médico tratante solicita exámenes para diagnosticar la patología. Es fundamental que el trabajador comprenda la normativa de calificación de pérdida de capacidad laboral y de origen para asegurar un proceso adecuado. El trabajador continúa con terapias y manejo del dolor, y si no se logra controlar el dolor o se alcanza la mejoría médica máxima, se procede a la calificación de pérdida de capacidad laboral, demostrando el nexo causal entre la exposición al riesgo y la enfermedad.
Antes, la calificación después de 540 días de incapacidad prolongada era problemática. Si el trabajador aún tenía un concepto de rehabilitación favorable antes del día 540, no estaba claro quién lo protegía. Esto llevó a que los jueces determinaran que las EPS o EAPB debían continuar los tratamientos hasta que se alcanzara la mejoría médica máxima o se calificara la pérdida de capacidad laboral, evitando que los trabajadores quedaran desprotegidos.
Las indemnizaciones en el contexto de la pérdida de capacidad laboral se refieren a las compensaciones económicas que reciben los trabajadores que han sufrido una disminución en su capacidad para trabajar debido a un accidente o enfermedad laboral. En Colombia, estas indemnizaciones se establecen en la tabla de indemnizaciones, que relaciona el porcentaje de pérdida de capacidad laboral con un monto de indemnización.
Tabla de Indemnizaciones
La tabla de indemnizaciones se basa en el índice base de liquidación (IBL), que es un valor monetario que se ajusta periódicamente. El monto de indemnización se expresa como un porcentaje del IBL, y varía según el grado de pérdida de capacidad laboral. Por ejemplo, una pérdida del 5% se indemniza con el 5% del IBL, mientras que una pérdida del 49% se indemniza con el 24.5% del IBL.
¿Quiénes tienen derecho a indemnización?
Únicamente los trabajadores que han sufrido un accidente de trabajo o una enfermedad laboral tienen derecho a recibir indemnización. En estos casos, la Administradora de Riesgos Laborales (ARL) es la encargada de pagar la indemnización correspondiente según la tabla establecida.
Es importante destacar que la tabla de indemnizaciones solo aplica a casos de accidentes de trabajo y enfermedades laborales. Las personas que sufren una pérdida de capacidad laboral por causas comunes no tienen derecho a esta indemnización.
Conclusión
En conclusión, la medicina laboral en Colombia es un campo complejo y en constante evolución, con un marco legal y técnico detallado que busca proteger la salud y el bienestar de los trabajadores. La comprensión de conceptos como enfermedad laboral, accidente de trabajo y pérdida de capacidad laboral es esencial tanto para empleadores como para trabajadores, ya que estos determinan derechos y responsabilidades en el ámbito laboral.
La calificación de la pérdida de capacidad laboral es un proceso riguroso que busca evaluar de manera integral el impacto de una enfermedad o lesión en la capacidad del trabajador para desempeñar sus funciones. El principio de integralidad garantiza que todas las condiciones de salud del trabajador ya sean laborales o comunes, sean consideradas en esta evaluación.
El fuero laboral de salud brinda una protección adicional a los trabajadores que han sufrido una pérdida de capacidad laboral, asegurando su estabilidad laboral y facilitando su adaptación a su nueva situación de salud.
Es fundamental que tanto empleadores como trabajadores conozcan y comprendan sus derechos y obligaciones en materia de medicina laboral. Esto incluye la prevención de riesgos laborales, la identificación y tratamiento de enfermedades laborales, y el proceso de calificación de la pérdida de capacidad laboral. Al hacerlo, se contribuye a un entorno laboral más seguro y saludable para todos.