Según un informe de Noticias RCN. Factores como la sobrepoblación, que supera el 51.7%, generan condiciones desafiantes que contribuyen al aumento de enfermedades infecciosas entre reclusos. La falta de acceso a atención médica de calidad y la proximidad física en entornos carcelarios son desafíos adicionales.

La salud mental también emerge como una preocupación destacada debido a la reclusión prolongada y la escasez de recursos para el bienestar psicológico. La efectiva implementación de programas médicos y servicios de bienestar en sistemas penitenciarios es esencial para garantizar el respeto a los derechos fundamentales y el bienestar general de las Personas Privadas de la Libertad (PPL).
El Centro de Especialistas Forenses – Aníbal Navarro ha identificado las enfermedades más frecuentes entre los reclusos, destacando problemas crónicos como cáncer, hipertensión arterial, diabetes mellitus y dislipidemia. Además, se señala una alta prevalencia de obesidad, afectando al 66% de los internos, y enfermedades contagiosas como la tuberculosis, que impacta entre el 2.7% y el 5.09% de la población carcelaria.